ÁREAS IMPORTANTES

Se han elaborado dos mapas para localizar las áreas de la región que presentan mayor interés para la conservación de las poblaciones de murciélagos.
El primer mapa indica la riqueza de especies de quirópteros para cada cuadrícula UTM de 1x1 km, obtenidas a partir de los 25 modelos de distribución elaborados con MaxEnt para las especies cántabras. Para considerar una especie presente en la cuadrícula, se ha establecido el umbral de probabilidad de presencia facilitado por el modelo en el 50% o superior.
Mapa que representa el número de especies de quirópteros en cada cuadrícula UTM de 1 Km2.


El segundo mapa está elaborado sumando la idoneidad de cada píxel para cada una de las especies, resultando un mapa donde se representan las zonas con mayores valores de idoneidad para el conjunto de las especies en Cantabria.
Ambos mapas resultan sensiblemente coincidentes, y dibujan las zonas más favorables para la presencia de los quirópteros en la región, tanto por número de especies como por la idoneidad de los hábitats allí presentes.
El mapa indica, agrupados en tres clases, los valores de idoneidad para los quirópteros de cada punto del territorio.


El patrón que ambos revelan comprende, por una parte, las áreas de baja altitud de la franja costera en el que la campiña predomina y forma un mosaico de vegetación donde se alternan los prados, cultivos, edificios agrícolas, setos vivos y bosquetes de arbolado, que son explotados por numerosas especies de murciélagos. Este paisaje penetra hacia el interior de la región a través de los valles más anchos, perpendiculares a la línea costera, y donde la campiña atlántica se extiende por el fondo de estos, en las zonas de menor pendiente.
Los valles destacan así mismo por otro hábitat de extraordinaria riqueza: los tramos medios de los ríos. Estas zonas, donde abundan los insectos, son seleccionadas como hábitat de caza por numerosas especies, como ha quedado patente anteriormente en el estudio de la selección de hábitat. Si además mantienen en sus riberas retazos de bosque de galería, mínimamente conservado y de alguna extensión que proporcione refugio a estas especies, nos encontramos con un hábitat de excepcional importancia para la conservación de las poblaciones de quirópteros. En la región es frecuente la presencia en los ríos de antiguos puentes de piedra, y también en distintos lugares se conservan restos de construcciones que fueron molinos harineros. Estas construcciones son utilizadas como refugio por bastantes especies, y debieran ser protegidas, además de por su valor patrimonial e histórico, por ser elementos clave para la conservación de nuestros murciélagos.
Otras áreas destacadas están formadas por extensiones de bosque atlántico maduras y bien conservadas, como las que se dan en la cuenca del Saja, alta del Besaya, Asón y algunas áreas del Pas. Estas áreas resultan de vital importancia para la conservación de las especies forestales, algunas de las cuales tienen restringida su distribución regional a estas zonas.
En la comarca de Liébana las zonas bajas próximas a los ríos, pero sobre todo los bosques de Quercus pyrenaica, los hayedos, y robledales que crecen a medias altitudes son los que acumulan mayor valor de idoneidad.
Las zonas menos explotadas por los quirópteros son las constituidas por algunas extensiones del interior de la región, situadas a altitudes medias y altas y cuya cubierta arbórea es escasa, o ha desaparecido tras siglos de quemas y pastoreo. Aquí, la vegetación potencial ha sido sustituida por amplias áreas cubiertas de pastizal o matorral, o una mezcla de ambos. Son además zonas con un clima más continental, lo que unido a la mayor altitud que presentan, tiene como consecuencia que las noches templadas, con temperaturas que permitan la actividad de los quirópteros no sean tan frecuentes como en las áreas costeras.
En el sur de la región, en la comarca de Valderredible, destacan como zonas muy favorables toda la vega, donde el río, el bosque de ribera, los cultivos, setos, y manchas de bosque conforman un mosaico de enorme interés. Los cañones del Ebro aportan además refugios para especies rupícolas y cavernícolas, propiciando el asentamiento de especies como el Murciélago rabudo o el Murciélago de montaña.

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