Existe una correlación linear ( r = 0,89339 p<0.05) entre el indice de actividad (IA) que muestra cada especie en las zonas donde está presente, y la amplitud de su distribución geográfica (pP). Es decir, las especies que aparecen con mayor frecuencia en los muestreos, (pP más alta), suelen ser las que presentan un IA más elevado.
Hay especies que se apartan en mayor o menor medida de la tendencia general. Así, aquellas con un IA más alto del que les correspondería en función de su pP, como Myotis daubentonii, Myotis bechsteinii, o Rhinolophus euryale, serían especies que abundan en aquellas áreas o hábitats con requerimientos ecológicos determinados, y que influirían decisivamente en su presencia o ausencia.
El caso más evidente es el de Myotis daubentonii, que presenta elevados IA allí donde está presente, pero cuya distribución está fuertemente condicionada por la existencia de zonas húmedas. Lo mismo podría ocurrir con Myotis mystacinus y Myotis emarginatus con índices de actividad altos cuando están presentes, y una distribución bastante localizada en el territorio.
En el sentido opuesto, especies como Miniopterus schreibersii o Rhinolophus hipposideros presentan una pP alta, que indica una amplia repartición territorial, pero sin embargo sus índices de actividad son relativamente bajos. En el caso de Miniopterus schreibersi esta situación podría estar relacionada con la alta movilidad de la especie, basada en un vuelo rápido e importantes desplazamientos incluso en una misma noche, lo que aumenta las posibilidades de que un mismo individuo sea detectado en áreas distintas.
Así mismo, también existe una relación entre el tamaño poblacional de cada especie, el número de hábitats donde aparece y la extensión de su área de distribución. Mientras que el rango altitudinal no se relaciona con ninguna de las otras variables.
DISTRIBUCIÓN ALTITUDINAL
Especies con distribución preferente en las zonas más bajas, con un baricentro inferior a los 500 m.s.n.m. y un rango altitudinal inferior a los 1.000 m son: Pipistrellus kuhlii, Myotis myotis, Rhinolophus hipposideros, Rhinolophus euryale, Pipistrellus nathusii y Myotis emarginatus.
Entre los 500 m.s.n.m. y los 1.000 m.s.n.m. presenta su óptimo de distribución altitudinal 5 especies: Myotis bechsteinii, Nyctalus lasiopterus, Barbastella barbastellus, Hypsugo savii y Plecotus austriacus.
Las dos primeras encuentran en estas altitudes amplias zonas donde su hábitat óptimo se encuentra bien desarrollado: bosques maduros atlánticos de Fagus sylvatica, Quercus robur y Quercus petraea. Estas 5 especies tienen un rango altitudinal relativamente reducido. Otras tres especies Barbastela barbastellus, Hypsugo savii y Plecotus auritus, también encuentran en esta franja altitudinal la mayor extensión de sus hábitats óptimos, pero en contraste con las primeras, muestran un rango altitudinal más amplio, desde el nivel del mar hasta las zonas montanas.
Por encima de los 1.600 m. de altitud, donde se sitúa aproximadamente en Cantabria el límite del bosque, se han registrado 10 especies: Pipistrellus pipistrellus, Myotis cf nattereri, Plecotus austriacus, Hypsugo savii, Nyctalus leisleri, Miniopterus schreibersii, Tadarida teniotis, Nyctalus lasiopterus, y Barbastella barbastellus.
Las tres primeras aparecen regularmente en los muestreos, las otras más ocasionalmente y, con frecuencia, aprovechando las “explosiones” de insectos que se dan algunas semanas en los meses estivales. Barbastella barbastellus, una especie ligada al medio forestal se aventura en estas ocasiones de abundancia de insectos a salir del bosque y prospectar las zonas próximas al borde de este.
La especie detectada a mayor altitud ha sido Plecotus austriacus, refugiado en una cabaña a 2.200 msnm en la comarca de Campoo. Pipistrellus pipistrellus aparece por encima de los 1.600 msnm en todos los muestreos realizados. Todas ellas presentan rangos altitudinales amplios.
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